Habilidades sociales que se desarrollan gracias a los deportes de equipo (Por Federico Ojeda)

17.01.2013 21:24

    

    La entrada está escrita por Federico Ojeda, licenciado en Ciencias de la Actividad Física y del Deporte y Máster de Formación del Profesorado en la especialidad de "Educación Física" por la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

 

HABILIDADES SOCIALES QUE SE DESARROLLAN GRACIAS A LOS DEPORTES DE EQUIPO

    Desde pequeño siempre he hecho deporte y se da la casualidad de que siempre han sido deportes de equipo, gracias a todo este tiempo que he compartido con mis compañeros de equipo y mis entrenadores, y también porqué no decirlo, mis adversarios y árbitros, me ha hecho crear una personalidad que es distinta a la que hubiera sido si hubiera practicado un deporte individual o no hubiera realizado ninguna actividad deportiva.

    A través de esta entrada, quiero transmitir las que son para mí, las habilidades sociales más importantes que se desarrollan gracias a los deportes colectivos.

    Por medio de este tipo de deporte se desarrolla la capacidad de trabajar en equipo. Esto favorece enormemente al practicante ya que en el sistema de estudios actual (primaria, secundaria y estudios superiores) y en muchos de los trabajos que se desempeñan, es una habilidad que se requiere y está bien valorada.

    La importancia de cumplir normas preestablecidas para lograr un objetivo común. El cumplimiento de estas normas (reglas en entrenamientos, reglas del deporte…) se interiorizan y ayudan a los participantes a entender que para llegar a ciertas metas o triunfos en la vida se requiere respetar ciertas normas, especialmente las que favorecen la convivencia.

                                                            

                                                                Selección de República Dominicana de voleibol femenina

    Al respetar y cumplir estas normas de convivencia, la integración en el grupo será más sencilla y rápida. Estas normas si se interiorizan, pueden ser muy prácticas en otras facetas de la vida de los practicantes como en los estudios o en su vida familiar.

    La tolerancia a la frustración, los jugadores que son capaces de comprender que no siempre se gana o se obtiene lo deseado (difícil lección a aprender) tendrán menos problemas en seguir adelante para obtener, a través de la lucha y la constancia, esa meta final que se han propuesto de antemano.

    Si se quiere permanecer en el grupo se debe aprender a negociar y a resolver los conflictos por medio del diálogo y el logro de acuerdos.

    La práctica deportiva favorece la sensación de logro vinculada al esfuerzo y la disciplina. El esfuerzo puesto en los partidos, en los entrenamientos es visto y constituido como un logro en sí mismo, y si se interioriza puede ser un valor que se desarrolla en todos los aspectos de la vida.

                                                    

                                                                                Melé entre dos equipos de rugby

    El respeto, en este caso deportivo, a sus compañeros de equipo, al entrenador, a los rivales y a los árbitros. Esta habilidad se puede extrapolar a la vida cotidiana, en la que se deberá poner en práctica en cada una de las situaciones que vivimos.

    Estas son unas pocas habilidades sociales que resalto que se pueden llegar a desarrollar gracias a la práctica de deportes de equipo. Creo que el beneficio y la repercusión en la persona son enormes, por lo que animo a todo el mundo en general, da igual edad, género, deporte, objetivo con el que se haga… a comenzar con su práctica. Nunca es tarde para aprender y que mejor manera que hacerlo que, ¡PRACTICANDO UN DEPORTE!