Deporte de élite y estudios (Por Samuel Domínguez)
Esta entrada está escrita por Samuel Domínguez, estudiante de Ciencias del Mar en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria y jugador profesional de baloncesto del Herbalife Gran Canaria de Liga ACB y del Gran Canaria 2014 de LEB Plata. A través de este blog, quiere transmitirnos como es su situación personal a la hora de ser jugador de élite y estudiante. Muchas gracias por la colaboración.
A continuación, su post:
Personalmente continuar con los estudios universitarios a la vez que juego al baloncesto de manera profesional se convierte en una odisea.
Mis horarios de jugador y estudiante son prácticamente incompatibles. Los entrenamientos matutinos coinciden con el grueso de mi horario lectivo y muchos fines de semana los paso de viaje por jugar fuera de casa (hay que sumar la lejanía extra de los trayectos al vivir en Gran Canaria). Aparte de este problema de horarios, otro gran problema que tengo radica en que algún profesor considera la falta de asistencia como algo no justificado. De ahí que considere oportuno regular de alguna manera casos como el que vivo hoy en día, ya que supone un gran desgaste tener que hablar casi todas las semanas con cada profesor para cuadrar tu tiempo para cumplir con mis obligaciones estudiantiles.
Samuel Domínguez en su etapa en el UB La Palma, defendido por Ale López en un partido de pre-temporada
La mayoría de profesores entienden la situación y te dan facilidades a la hora de cuadrar fechas, pero no quita que haya otros que no quieran ni examinarte porque las prácticas son tan importantes, que sin ellas “sería injusto aprobarte”.
Siguiendo con el tema de las prácticas, al estudiar una carrera de ciencias, son una parte importante de la carrera. Y debido a lo expuesto anteriormente de la incompatibilidad horaria, hay que buscarse la vida cuando no has acudido a casi ninguna para aprenderte el temario. Por ejemplo, para alguna asignatura he tenido que llegar a aprenderme las prácticas realizadas por fotos para poder ir a examinarme.
Aparte de que si dedicas tu tiempo al deporte de alto nivel mientras estudias, probablemente no sepas lo que signifique la palabra “beca”. Yo la perdí desde el primer año, ya que el máximo anual de asignaturas que he aprobado son 6, un número insuficiente si quieres obtener una beca del ministerio. Por lo que tendrás que financiarte los estudios por ti mismo. Más vale que cobres un buen sueldo, ya que con la subida de tasas, al matricularte por tercera vez en una asignatura podrás ver varios ceros en el recibo de tu matrícula. Este curso me matriculé por tercera vez de una asignatura y me ha costado el “derecho a examen” alrededor de 500 euros.
En conclusión, creo que los derechos que tenemos los deportistas de alto nivel, recogidos en el boletín oficial de la universidad (que por ejemplo, te eximen de asistir a clase si te lo impiden causas deportivas) no son mas que papel mojado si el profesor no está dispuesto a echarte una mano.
Muchas veces me pregunto qué hago estudiando, teniendo que pasarlas tan canutas para sacar cada asignatura y cuando muchos de mis compañeros se dedican al deporte exclusivamente, sin otra preocupación que esa, tan “solo” mejorar deportivamente. Pero esta idea la olvido cada vez que asisto a clase, en esos momentos me doy cuenta de que me gustaría dedicar una parte importante de mi vida a desempeñar mi labor en el campo de la biología marina (mi vocación).
Cuando dedicas tanto esfuerzo a estudiar y ves que al final acaba dando sus frutos, te das cuenta de que merece la pena seguir y es esto lo que me empuja a no dejarlo. Quiero seguir en mi carrera tantos años como me hagan falta para poder terminarla, por muy cortos de miras que sean algunos profesores y aunque la universidad no ampare ni estimule la integración de este tipo de personas en el ámbito estudiantil. Yo seguiré estudiando, terminaré mi carrera.